Pequeño ajuste en la Biblioteca Dispersa

Hace unos días, la directiva de 20/01/2020, establece la necesidad de ajustes en algunas de las iniciativas asociativas. 

A esta sección bibliotecaria le afecta poco, tan solo se precisa un leve ajuste en la Dispersa: los usuarios que quieran incorporarse a la Dispersa, ya deben ser previamente socios o colaboradores de Manticore en alguno de sus tipos estatutarios.

Libros cedidos

Manticore desde hace mucho emplea el recurso de guardar en depósito materiales cedidos por sus socios quienes, sin donarlos ni perder la propiedad, dejan que nuestro movimiento los emplee según nuestra normativa y mediante un convenio individualizado.

También lo hemos hecho ocasionalmente en la Biblioteca en otras épocas.

En esta etapa, en la que estamos intentando reconstruir una biblioteca física amplia (aunque no tanto como la multi-temática que llegamos a tener), uno de los miembros de nuestro activo teatral nos va a dejar en depósito una parte de su biblioteca teatral.

Invitamos a otros socios y colaboradores a hacer otro tanto.

(Nota: esta opción no tiene nada que ver con la Biblioteca Dispersa, donde los libros los mantienen los propietarios en sus casas, que sería otra opción de colaboración)

Criterios del «Buscamos»

Estamos publicando la lista de lo que tenemos en libro impreso de ciertos autores o temas y de los que desearíamos tener otros títulos.

Aunque aceptamos cualquier libro de teatro, lo cierto es que las obras que ya pertenecen al Dominio Público podrían disponer de versiones electrónicas libres con cierta facilidad de acceso.  Sin embargo, las obras que aún están fuera del dominio público, ya sea porque sus autores están vivos o porque fallecieron en las últimas décadas, presentan una problemática legal que hay que atender.  Por eso nuestra petición pública se centra en esos autores.

Manticore pertenece al movimiento del Software Libre y es, como asociación, partidaria estricta de sus impulsores originales: el Proyecto GNU y la Fundación para el Software Libre (FSF) y sus campañas.  Una de ellas es la lucha contra los DRM a través de la plataforma Defective by Design.  Eso significa que esta biblioteca no acepta libros sometidos a dichas restricciones digitales, ni dispositivos tecnológicos preparados para encadenar a los usuarios.  Si los autores o sus editores caen en la trampa preparada por las grandes corporaciones de identificar gestión de copyright con gestión de las restricciones digitales, tendríamos que reunirnos con ellos para explicarles amigablemente la diferencia y la profunda caverna que se abre para las libertades humanas con tal identificación.